Baby´s on fire

Su sabor¡

Penélope, estaba en un espiral circular oscura y confusa, quería volar, irse, desaparecer, huir, correr, respirar, sentir, amar, notar el sexo en el estado superior, una vez que se prueba ese estadio, el resto es satisfactorio, sexual, animal, follar por follar... pasar el rato, matar el tiempo...

Se aburría terriblemente, de tanto dudar, con esa maldita nota, tenía que actuar a la mayor brevedad posible, sin embargo no había probado el sabor de Jorge, saboreo su boca, pero nada más, y en sus labios ella se lamió a si misma. No podía olvidar las caricias, se excitaba en soledad, abrazando la ausencia, de ese hombre casi desconocido.

Decidió ponerse a navegar por Internet y buscar algo de morbo, sexo duro, fuerte, libidinoso, encontró un anuncio, particularmente erótico, atractivo sin duda, para una mujer que quiere reencontrarse consigo misma, acostarse con dos amigos.

Contesto al anuncio, medio en broma, sin tener claro si quiera, que fuera más lejos que un par de email.

Era la hora del mediodía conecto su mensajeria instantánea, andaba allí ese chico tan dispuesto, el del anuncio, pero no estaba su amigo.

Lastima, pero así era, solo uno, de 38, morboso, excitante, vicioso... comenzaron una charla muy subida de tono, en una hora , ella estaba vendada de ojos, esperando a un desconocido, del que no sabía nada, pero excitada, con ganas de ser una mujer, muy hembra. Quería redescubrir el sexo, ese que hacía pocos meses veía como sucio.

Sintió las manos robustas de Julio, que así se llamaba, atando aquel pañuelo Burdeos. Los labios se pegaron fogosamente, las lenguas jugaban en sus bocas, el aliento caliente recorría la espalda de Penélope, mientras el desnudaba poco a poco cada parte de su cuerpo, privada de un sentido, era capaz de percibir cada caricia, cada juego de la lengua, todo era mucho más resaltado, estimulante.

El jugaba lentamente con los pinceles sobre los pezones de ella, poniéndolos duros, erectos, pidiendo a gritos la lengua, la boca, que los devoraran.

Ese hombre tan misterioso al que ni si quiera había visto la cara, la estaba dando unas cotas de placer, realmente deliciosas, cada vez más húmeda, su clítoris iba endureciendo más y más, el paso el pincel lentamente por su vulva, por los labios, los excitaba, estuvo a punto de correrse, solo de sentir aquella sensación, sin embargo el la corto, llevándosela a la cama, se estiraron allí, la abrió de piernas y comenzó a lamerla poco a poco, suavemente, ella se derretía en aquellos labios, toco la polla dura de ese hombre, su robustez, la excito tanto que solo deseaba que llegara el momento que se la metiera en la boca.

Noto el dedo jugando con el orificio de su ano, preparándolo poco a poco, estimulándolo, luego penetro su vagina con mas dedos, su lengua no deja de lamer, ella estallo… bañándole la boca de su sabor y su placer.

La giro por completo, la coloco a cuatro patas, empezaron así un acto sexual de lo mas salvaje.

Ella se sintió mujer sometida a aquel hombre, comenzó un lenguaje obsceno y vulgar.

Follame cabron ¡¡¡

Así puta? A que eres mi putita?

Siiiiii , jodeme, más… quiero sentirte muy dentro…

Te voy a bañar, zorra.

Uffff, quiero sentir todo…

Hasta que después de un rato de sexo salvaje, los dos terminaron exhaustos. Y ella vio su cara.


2 comentarios:

verborrea dijo...

que decirte niña...
bueno el relato, sexy, acojedor.
la intriga me mueve... experiencia o anelo?
ambas?
saludos

cinéfilo dijo...

Marvellous... So sexy!!! ;)