Un buen día para morir

Y llego el fin ¡
Una situación insostenible, que por fin acaba.
Miro mis cicatrices, ya son bastantes, sangrantes, abiertas, dolorosas...
Y perdí mis sueños, camuflados en algún ugar se quedaron, intento recuperar mi alegría, mi antigua manera de ser, pero no queda nada de ella.
Más vieja, más cansada, navegando en un mar de desgracias, recuerdos a cual más dolorosos.
Recuerdo el día que el Sr. Incógnita se despidió a la francesa, desapareciendo, pensé que después de aquel terrible accidente que le separo de mi, nunca jamás sufriría así, nada podría hacerme más daño, que su manera de irse, de ese conflicto tan ajeno a nosotros.
Pero confirmo, que todo podía ser peor, entregar a alguien tu juventud, tu vida, tus sueños, esperanzas, para que ese alguien, metiera a jugar a terceros, en nuestra relación, el Sr. Voz, se despreocupo de sus cosas, dejándolo en mano de la Sra. Hurto, esta a la vez tenía un hermano al que llamaremos el Sr. Heroína...y de sus cosas me refiero también a mi, me abandono, siendo el verano pasado el peor momento de mi vida.
La Sra. Hurto, creyéndose dueña y señora de mi casa, enviaba continuamente al Sr. Heroína a acosarme, a colocarse, a registrar y a ordenar en mi hogar, mientras el Sr. Voz les daba la razón...
Todo un infierno, de noches sin dormir, de días sin comer, de cortes de suministros, de coacciones, amenazas, reproches, insultos, malos tratos...
Quizás se le olvido, que le brinde mi juventud, que le di más que nadie, a cambio de nada, a cambio de palos...
Y ahora llegan los reproches, de que tiene una mujer de la cual no puede disponer, que no se puede convivir conmigo, pero si no esta nunca, que coño convivir.
Siguiendo con la historia del peor verano de mi vida, el día 7 de agosto, a las 23:30 de la noche, estando con un proveedor de hachis, el Sr. Heroína, irrumpe en mi casa, rompiendo mi cerradura, con una familia de rumanos, diciendo que se quedan a vivir, me arremete, me insulta, mi desesperación era inmensa, mis gritos llegaron al cielo, mas allá aun, ¿y donde estaba la gente? No hubo gente.
Tras largos juicios de la Sr. Hurto y el Sr. Voz contra mi, donde sacaron datos muy privados y secretos de mi anterior vida, donde se me intento dar por loca, enferma mental, violenta y asesina, y el cual lógicamente gane, me encontré en otro por supuestamente a ver agredido a la Sr. Hurto, pero no solo yo, sino mi Madre que vive en algún lugar de la Mancha, y mi abuela que vive en la capital del reino...
La Sra. Hurto me expulso de mi casa, como de la del gran hermano, por un montón de ilegalidades y papeles falsos... como diría Ana Belén y sabina en peces de ciudad, MENTIRAS QUE GANAN JUICIOS...
Ahora como un guerrero herido, mi sed de venganza no se apaga, mi dolor está presente cada día, no existe una noche en que no recuerde y tenga miedo, de que alguien entre en mi casa, realmente hoy es un día, de los que merecería la pena morir...
Video : Peces de ciudad